Este martes, se buscará producir una prueba que puede reforzar o no las declaraciones del denunciante.
Este martes, el caso que investiga un presunto abuso sexual hacia un menor de edad por parte del sacerdote Walter Bustos suma una nueva etapa. En el marco de esta causa, se llevará adelante una inspección ocular en una parroquia y la casa parroquial en Valle Fértil.
El fiscal Mario Panetta detalló en radio Estación Claridad que “es una medida que se toma principalmente para darle veracidad y ratificar los dichos del denunciante. Las víctimas describen el lugar donde ocurrieron los hechos, por lo que para dar veracidad al contexto de tiempo y lugar se hace la inspección. Se busca conocer si coinciden las descripciones aportadas en la denuncia”.
Señaló que “todas las pruebas tienen valor en sí mismo y hay algunas que le dan fuerza y sustento a la causa. En la inspección, se puede dar credibilidad a un relato. Los abusos sexuales se dan, generalmente, en lugares que no son expuestos. Se analiza qué e dijo de ladistribución, mobiliarios y con ello se refuerzan los detalles de la denuncia. Si hubo modificaciones en el lugar, como por ejemplo, el mobiliario, la pericia no pierde validez”.
Marcó que la nueva denuncia al sacerdote tiene solidez para seguir adelante. “Contamos con documentación secuestrada y testimonios que son elementos de peso para sostener una acusación. La pericia psicológica se encarará al denunciante y la psiquiátrica al denunciado; son pruebas en producción. La sumatoria de elementos de convicción que tenemos nos permiten seguir el proceso”, adelantó.
El caso
El pasado jueves, el juez ordenó la prisión domiciliaria con el control de un dispositivo electrónico de monitoreo, conocido como tobillera electrónica, que será colocado en un par de días. Vale resaltar que el período de vigencia de la medida es de 45 días. Además se impuso la medida de coerción prevista en los incisos 9 y 10 del artículo 295 del Código Procesal Penal.
La oficina judicial a través de la oficina de medidas alternativas, efectuará las comunicaciones pertinentes y llevará a cabo el control y cumplimiento de las medidas realizadas.
“Se consideró que el padre no podía entorpecer la investigación ni influir en las pruebas periciales y entrevistas testimoniales, tampoco en la presunta víctima. Desde ese primer momento hemos venido sosteniendo eso y es lo que hemos solicitado hoy en función de esos argumentos”, expresó la defensa, a cargo de la abogada Sandra Leveque, subrayando que esos riesgos habían desaparecido porque las pruebas ya se habían llevado adelante.
