Contundente triunfo del Bayern sobre el Barcelona

El Barcelona sufrio la peor derrota de su historia en la Champions ante un Bayern imperial que le pasó por encima. Ni Messi ni nadie pudo evitar el baile alemán y una derrota de las que no se borran jamás. Un 2-8 inaudito, demoledor y traumático para la afición culé.


El Bayern llegaba al partido como favorito, con leyendas como Matthäus y Rummenigge echando espuma por la boca para amedrentar al Barcelona. Y llevaban toda la razón del mundo, por lo visto en el césped. A los tres minutos, gol de los bávaros. Pase en profundidad de Davies, carrera de Gnabry por la izquierda, pase atrás para Müller, pared con Lewandowski y gol con un remate mordido que no pudo sacar Ter Stegen.

El Barcelona quedó tocado, pero faltaba un mundo y el Bayern le iba a regalar un gol. En el 7′, arremetida de Jordi Alba por la izquierda, balón al medio para Suárez y Alaba marcó el gol de su vida en propia meta con un remate que se coló en el arco tras rozar Neuer. El empate fue sentido por el Bayern, que cada vez que defendía lo hacía con una línea muy adelantada. En el 10′, centro de Messi envenenado y balón a la meta de los alemanes.

Más tarde los alemanes respondieron, tras un error de Ter Stegen que terminó en un remate de Lewandowski. En el área contraria seguía el peligro latente en cada jugada, con Messi avisando a Neuer en el 21′. En pleno tiroteo le temblaron las piernas a Sergi Roberto, con un error en la salida que Gnabry convirtió en dinamita con un pase a Perisic que el croata mandó dentro.

En 22 minutos habían pasado más cosas que en la mayoría de partidos. Y más estaban por darse. En el 27′, pase sublime de Goretzka por encima de la defensa del Barcelona, Gnabry gana la posición a Lenglet y remate cruzado para el 3-1. Y a la media hora el cuarto, con un centro tenso de Kimmich desde la derecha y Müller llegando con todo para marcar en el primer palo. Los números del Bayern a esa altura eran contundentes con catorce remates, siete al arco y cuatro goles.

Tras el descanso, Setién movió sus fichas para meter a Griezmann por Sergi Roberto. Mientras tanto, seguían llegando las ocasiones del Bayern con un Müller que parecía tener diez años menos y Goretzka en modo Balón de Oro.

El Barcelona abrió un ojo en el 56′, con un gran jugada de Boateng y un buen remate para el 4-2. Había una luz de esperanza, hasta que apareció Davies por la derecha para descoser a Semedo, desfilar por la línea de fondo y dejársela a Kimmich, el otro lateral atacando y generando más peligro.

Quedaba media hora y la cuestión era cuantos más iba a recibir el Barcelona de Setién antes de irse de vacaciones. En el 83′, Lewandowski hizo el sexto con suspenso, con un remate de cabeza que se revisó el VAR. Con un Barcelona ya ausente llegaron el séptimo y el octavo obra de Coutinho, cedido por el Barça. Un irónico final para un partido que jamás lo olvidarán los que lo vieron.